¿Se da más valor al número de seguidores en redes sociales que al talento musical?

¿Te sientes «perdido» en tu carrera profesional o en tu aprendizaje? ¿La industria de la música electrónica es un «club cerrado»? 2000 alumnos de la Pete Tong DJ Academy respondieron a estas y otras preguntas.

Quizás sepas que a principios de este año comenzamos una Guía para la carrera de DJ, con información y consejos para desenvolverse con éxito en el mundo del DJ. En un artículo nos centramos en los mayores retos para consolidar una carrera profesional y artísticamente gratificante, discutiendo la sobresaturación, el efecto distorsionador de las redes sociales en el panorama artístico y el desgaste mental que supone intentar «triunfar».

La Pete Tong DJ Academy ha preguntado recientemente a unos 2000 de sus alumnos, procedentes de 70 países diferentes, sobre su opinión y experiencia como aspirantes a DJ, y los resultados de esa encuesta son el complemento perfecto para nuestro artículo. Los datos, algunos de los cuales compartimos a continuación, son como un barómetro emocional de lo que supone soñar con ser DJ en la década de 2020.

Fundada en 2022, la Pete Tong DJ Academy se creó para remodelar la forma en que se descubre, se forma y se promueve el talento en la música electrónica. A través de su campus online, la academia ha acogido a unos 10.000 estudiantes de más de 140 países, atraídos por un profesorado de peso que incluye a Pete Tong, Carl Cox, Nicole Moudaber, Adam Beyer y TSHA. El mes pasado presentaron un plan de estudios renovado que ahora incluye un curso de producción impartido por Diplo, Parisi y Âme, y un curso de mezcla y masterización con Luca Pretolesi.

A continuación, Pete Tong comparte algunas reflexiones sobre los resultados, pero aquí está Alex Tripi, su director general, con su opinión sobre los resultados de la encuesta. «Los datos son claros, pero el mensaje que hay detrás es aún más claro: la próxima generación pide visión, no atajos», afirma. «No quieren copiarnos, quieren construir algo propio y buscan orientación, no que les pongan trabas. No es solo un reto para la educación, es un reto para todo el ecosistema, desde los clubes hasta los medios de comunicación, desde los veteranos hasta los fans.

Tenemos que reconstruir los cimientos de esta cultura, empezando por la tutoría, la inclusión y la conexión real. No porque sea una tendencia, sino porque es lo que ha hecho que este panorama sea importante en primer lugar».

«La música dance siempre ha tratado de romper barreras, no de construirlas», afirma Pete Tong. «Pero cuando veo a tantos artistas jóvenes sintiéndose excluidos, abrumados por la presión de actuar en línea en lugar de en la cabina, queda claro que hemos perdido parte del camino. No podemos confiar en algoritmos o en la influencia para guiar a la próxima generación: tenemos que estar ahí, compartiendo, asesorando, escuchando. No se trata de nostalgia. Se trata de preservar lo que hizo tan poderosa a esta cultura en primer lugar: el acceso, la unidad y la energía compartida en la pista de baile. Si queremos que la escena crezca, tenemos que abrir más puertas, no solo para el talento, sino también para la confianza».