En 2010, una época en la que los smartphones aún eran un capricho de lujo, YouTube solo permitía vídeos de diez minutos y el podcasting empezaba a florecer, Pioneer DJ captó casi por casualidad el inicio de una ola que estaba a punto de arrasar la cultura DJ.
«Grabamos un programa de radio», cuenta Dan Tait, de AlphaTheta / Pioneer DJ. «El programa se emitía en Ibiza Sonica. Grabar a un DJ pinchando en un estudio no era algo habitual, muchos se preguntaban por qué queríamos grabar a alguien pinchando la música de otros, así que les dijimos: «Venid a la radio, promocionad vuestras noches en la isla… Ah, y por cierto, habrá cámaras»». La retransmisión se llamaba DJsounds y se emitió entre 2010 y 2020, con grabaciones en Ibiza, Berlín, París y un estudio de Londres.
Como sabemos ahora, las retransmisiones de DJ pronto se harían masivas. Boiler Room lideró la carga. Beatport Live, DJ Mag y Mixmag se sumaron a la diversión, grabando retransmisiones en sus oficinas y en eventos en directo. Y con canales como HÖR, Cercle y My Analog Journal, a finales de la década había llegado una nueva escuela.
DJsounds dejó de programar cuando llegó la COVID en 2020. «No queríamos competir con las retransmisiones benéficas ni con las de los artistas», explica Tait. «Así que decidimos tomarnos un descanso». Ahora, con el relanzamiento del programa, DJsounds se adentra en un panorama bastante diferente.
«El mundo del streaming ha madurado mucho en los últimos 15 años», afirma Tait. «Queremos que nuestro nuevo programa refleje eso».
Decir que ha «madurado» puede ser quedarse corto. Entre 2010 y 2020, la evolución de la tecnología y la cultura convirtieron los streaming de DJ en una piedra angular de la música dance. Cuando llegó la pandemia en 2020, cobraron aún más importancia. En ausencia de eventos presenciales, las retransmisiones se convirtieron en un punto de contacto esencial entre los DJs y sus fans.
A principios de la década de 2010, incluso los streaming más largos tenían un encanto rudimentario y casero, y solían mostrar imágenes en directo de una fiesta privada desde un único ángulo que no cambiaba. Hoy en día, suelen ser producciones de alto nivel y con mucho en juego. Decenas de personas pueden trabajar en cada vídeo, filmando desde múltiples ángulos y realizando el trabajo de posproducción para que el sonido y las imágenes sean perfectos.
Los vídeos se promocionan incluso como si fueran un disco o, quizás más acertadamente, un CD recopilatorio, ese formato de música dance que en su día fue imprescindible y que ahora ha renacido en forma de streaming de DJ. Casi todos los streaming de DJ se graban, se editan y se publican más tarde. En otras palabras, en su mayor parte, ya no son streaming en directo.
Se trata de un activo digital producido profesionalmente con un amplio alcance y una larga vida útil, que puede acumular millones de visitas a lo largo de los años y, en ocasiones, lanzar la carrera de un DJ de un solo golpe. Incluso sin ese resultado estelar, pueden ser increíblemente valiosos para los artistas electrónicos, superando fácilmente a los discos a la hora de mostrar lo que mejor saben hacer.
Los artistas planifican sus sets durante meses. Los tratan más como una mezcla grabada en estudio que como una transmisión en directo. A su vez, Boiler Room trata el streaming como un lanzamiento oficial, con una campaña de marketing y un lanzamiento cuidadosamente planificado. El resultado final puede ser increíblemente beneficioso, tanto para Boiler Room como para el artista que actúa. Ambas partes han aprendido a tratarlo así.