Grabación de las mejores prácticas
Ahora que ya tienes tu equipo preparado, es hora de empezar a pinchar. Bueno, todavía no.
Primero debes limpiar tu disco para evitar que se cuelen ruidos no deseados en tu grabación. Si has pinchado con el disco en el pasado, puede que esté especialmente sucio, así que no te saltes esta etapa. Las herramientas especiales (líquido de limpieza, un cepillo para discos, un paño antiestático) son tus aliadas. También hay máquinas sofisticadas para limpiar discos (como un túnel de lavado para tus discos de 30 cm), pero puede que no merezcan la pena a menos que seas un obseso del ripping.
A continuación, establezca su nivel de entrada. Ajuste el volumen de su interfaz de audio para que el medidor de su software de grabación muestre una señal fuerte que esté muy por debajo del máximo. (En la mayoría de los programas, el nivel de entrada se mostrará en verde, luego en amarillo a medida que aumente el volumen, y luego en rojo cuando sea demasiado alto. Quédese como mucho en amarillo). Comprueba la parte más alta de la grabación para asegurarte de que la entrada no se esté saturando. En caso de duda, opta por la tranquilidad. Es fácil aumentar el nivel de una copia más tarde. Una grabación distorsionada es mucho más difícil de limpiar.
Ahora, por fin, pulsa grabar en tu software y deja caer la aguja en el disco. Los silencios al principio o al final de la grabación están bien, puedes arreglarlos más tarde. Mientras grabas, intenta no pisotear la habitación ni tocar la superficie sobre la que está el tocadiscos. Estos sonidos pueden ser captados por la aguja, causando molestos estruendos y retumbos en tu copia. Además, mantén bajo el volumen de la pista que estás copiando, ya que los altavoces pueden producir vibraciones no deseadas, lo que puede afectar negativamente a tu grabación.
Editar la grabación
Ahora que ya tienes una grabación, puede empezar la diversión. Unos pocos pasos técnicos transformarán el audio sin procesar en una copia pulida y útil. Empieza eliminando el silencio al principio y al final de tu archivo. En la mayoría de los programas, puedes hacerlo resaltando las áreas no deseadas y pulsando «eliminar» o algo similar. Los programas especializados en copiar vinilos pueden hacerlo automáticamente por ti.
A continuación, debes limpiar el audio. El vinilo es un medio ruidoso, y tus discos, especialmente los más antiguos y queridos, probablemente contengan sonidos no deseados. Un poco de ruido está bien, pero un silbido fuerte o un clic ensordecedor pueden dificultar la copia para el DJ. Afortunadamente, existen herramientas para solucionarlo. Pero ten en cuenta que, si puedes, siempre es más fácil deshacerse de los chasquidos y el ruido limpiando a fondo el disco primero, en lugar de utilizar trucos sofisticados más adelante.
Es especialmente importante eliminar los clics agudos de la grabación, ya que dificultarán que la copia suene fuerte en el siguiente paso. Audacity tiene una herramienta para reemplazar los clics, y el software especializado en vinilo ofrece funciones automatizadas para tratar tanto los clics como el ruido de superficie. Si utilizas un DAW de producción, es posible que necesites un VST adicional de reparación de audio, como RX de iZotope.
Sea cual sea el que utilices, ten cuidado de no excederte. Cuando se aplican con demasiada fuerza, los algoritmos de limpieza automatizados pueden hacer que un sonido ripeado suene apagado y digital. Pueden funcionar mejor en algunos tipos de música que en otros. Si no estás seguro de si estás mejorando o empeorando las cosas, es más seguro dejar un poco de ruido.